viernes, 5 de diciembre de 2014

Uber: ¿es el huevo o la gallina?




Todo el debate en torno a Uber me tiene fascinada, lo reconozco. Todo el revuelo que está produciendo los pinta como unos señores muy malos (americanos, ¡cómo no!) que hacen competencia desleal a los taxistas y que encima nos espían. Aunque por otro lado la realidad es que no les faltan usuarios dispuestos a usar el servicio que ofrece la plataforma. Es decir: una industria(la del taxi) que echa pestes de Uber y todo un elenco de usuarios que adora el servicio. Y mientras tanto Gobiernos que declaran ilegal el servicio.


La pregunta del millón es quién tiene razón en todo este lío y si lo que está sucediendo, más allá de las leyes actuales, es un síntoma de que algo está cambiando. Después de meses de mucho leer, pensar y charlar con muchas personas (taxistas y usuarios) he llegado a algunas conclusiones que es posible que estén equivocadas pero eso el tiempo lo dirá, de momento las comparto en este post. Vamos allá.

¿Qué es Uber realmente? Pues lo cierto es que Uber lleva funcionando desde 2009. Al principio ofrecía un servicio de coches de alta gama pero en 2012 comenzó a ampliar sus servicios de modo que el usuario podía elegir más opciones de transporte que van desde taxis tradicionales hasta el servicio por el que es hoy más popular y odiado: UberPOP (en otro países conocidos como UberX). Es decir, tú tienes en tu casa un coche decente y te sacas un dinero ofreciendo viajes. Lo que Uber hacer realmente es poner en contacto oferta y demanda además de facilitar elementos esenciales como la plataforma de pagos. 

¿Es legal? Pues depende del país en el que nos encontremos. Las normativas son muy diversas y en muchas ocasiones no estaba muy claro precisamente porque no había precedentes. Para mi Uber, y en eso coincido con su representante en LATAM, no presta más servicio que el deponer en contacto oferta y demanda, dependerá de cada conductor legalizar elservicio que presta

¿Cuál es la principal crítica que se hace de Uber? Pues lo cierto es que la queja que yo encuentro más repetida es la imposibilidad de competir con el servicio UberPOP debido a las condiciones que deben cumplir los taxistas en comparación con los conductores que prestan el servicio a través de Uber. Claro, el taxi es Servicio Público así es que tiene que haber taxis a las 4 de la madrugada, el conductor de Uber puede decidir trabajar el día que quiera y sólo en las horas punta. El taxista no.

¿Por qué gusta Uber? Esencialmente por el precio pero no es sólo por eso. Es que la percepción del usuario no es estar recibiendo un servicio peor. El precio es un factor que todos tenemos en cuenta pero la mayoría de nosotros estamos dispuestos a pagar un poco más si percibimos que recibimos algo a cambio que merece la pena.

¿Cuál es la percepción del usuario? Lo que antes era un lujo al alcance de pocos hoy es casi un derecho. Hasta hace unos años (venga, 20) volar a Berlín costaba un dinero que la mayoría no podía gastarse simplemente en desplazarse. Yo acabo he pasado unos días por allí así es que dejadme que os presente números:

  • Vuelo ida y vuelta Madrid/Berlin:  150€. Mismo precio volando con IberiaExpress que con EasyJet (así no hacemos publicidad de nadie).
  • Trayecto en taxi Boadilla del Monte / Aeropuerto Madrid: 50€
  • Trayecto en taxi Aeropuerto Berlin / Mitte: 40€
  • Trayecto Mitte /Aeropuerto de Berlin : 45€ 
  • Trayecto Aeropuerto de Madrid / Boadilla del Monte: 50€ 
  • Todo ese recorrido en UberPOP (lo he calculado en su web) habrían sido unos 70€ aprox.

Es decir, que si voy y vengo hasta el aeropuerto en taxi me gasto 190€ pero en volar de Madrid a Berlin ida y vuelta me gasto sólo 150€. Podemos discutir todo lo que queramos sobre si los de Uber son el mismo diablo pero triunfan simplemente porque las cuentas que se hace cualquier usuario son estas. Y las cuentas no salen

Sé que me dejo cosas en el tintero pero es que esto daría para escribir casi una tesis doctoral. Lo relevante de todo esto a día de hoy es la necesidad de plantearnos qué hacer con el sector del taxi. Acabar con Uber no sería la solución porque el problema del usuario seguiría siendo el mismo: el coste del transporte en taxi es el que es. Quizás deberíamos plantearnos rebajar la presión impositiva y regulatoria sobre el sector del taxi de modo que éstos pudieran ofrecer precios mucho más competitivos de los que nos beneficiáramos todos a la vez que se exige un mínimo de garantías a aquellos conductores que quieran prestar el servicio a través de Uber o por su cuenta

Al final, como siempre, el mercado hablará o lo que es lo mismo: el usuario evaluará y optará por el servicio que mejor cubra sus necesidades. En este escenario mi pregunta es, ¿de verdad creemos que prohibiendo Uber solucionamos el problema de fondo?

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